Las posiciones laterales de la danza están ocupadas por dos esqueletos que llevan como instrumento simbólico un platillo con ceniza. Este es el que señala su individualidad respecto al grupo. Son dos esqueletos gemelos, no solo porque llevan la misma simbología instrumental, sino también porque son de la misma edad. Son interpretados por dos niños de edades entre siete u ocho años, puesto que suelen ser un poco más pequeños que el esqueleto del reloj, y constituyen los componentes más jóvenes de la danza.
Al ser los más jóvenes, también son los más inexpertos, por esto no tienen tampoco ninguna responsabilidad en la danza, y su función es la de seguir las pautas que de una manera implícita, va marcando el esqueleto adulto que se mueve en el centro de la danza. Entre ellos dos forman los brazos laterales de la cruz que dibuja la danza a vista de pájaro; lo abandera es por lo tanto, también su eje de simetría.
Es necesario recalar que, como que la posición del cuerpo del reloj es paralela al de la bandera, siempre que un platillo este de cara al espectador y le enseñe su símbolo, el esqueleto del reloj estará de espaldas a este espectador. Así no hay interferencias en los mensajes de la danza y todos los esqueletos están integrados.
Igualmente como en el caso del reloj, los integrantes de los platillos, han de efectuar además de los movimientos de danza habituales unos movimientos con las manos, propios del instrumento que llevan. Cuando el esqueleto del platillo esta de cara al exterior de la danza, sostiene el plato con la mano izquierda y simultáneamente mantiene la mano derecha al lateral e la cintura; así presenta su símbolo al espectador, y puede verse su contenido sin ningún impedimento. Cuando el esqueleto esta de cara al interior y mira la bandera, sostiene el platillo más alto de lo habitual y con el índice de la mano derecha señala el interior del plato. Así vemos como los tres niños de la danza, aunque no tienen la responsabilidad de los adultos, presentan en cambio unos movimientos del cuerpo más elaborados que sus compañeros.