De los elementos que no forman parte de los danzantes, se destaca uno por su importancia, el tambor.
Suele ser la persona de más edad de todos los componentes del cuadro, y normalmente se encarga de esta función, alguien que conozca bien y a fondo todas las características de la danza. Es también la cabeza del grupo y por esta función es necesario que tenga una sólida autoridad moral sobre el resto de los componentes. Él es quien decide las incorporaciones de los nuevos elementos, en base a la capacidad individual de integración a la danza de los candidatos, y por lo tanto, nadie mejor para ocupar este cargo, que una persona que haya pasado por la mayoría de los papeles específicos de la danza.
Es también el único componente que lleva un instrumento musical, al son del cual se moverán la resta de danzantes.